NUEVA FASE EN LAS NEGOCIACIONES

Al sustituir León XII al anciano Cardenal Della Somaglia, por el Cardenal Bernetti, Labrador aprovecha para dirigirse al nuevo Secretario de Estado.

Bernetti a su vez, le comunica que encontraba al Papa resuelto a nombrar en el próximo Consistorio para las Provincias rebeldes de América no ya Obispos, pues no quería desagradar al Rey, sino Vicarios Apostólicos con títulos de Obispos in partibus.

Al llegar la noticia a España de que los nombramientos de Vicarios Apostólicos se realizarían en el Consistorio de noviembre, el Consejo de Ministros determina que el Rey escribiese al Papa una carta, remitiéndole una lista escrita de la Real mano, de algunos eclesiásticos respetables por su conducta y opinión que pueden desempeñar estos Vicariatos, con títulos de Obispos in partibus. También se propuso en esta sesión que en la carta a León XII, el Rey hiciera constar «que en el orden al Reino de Nueva España se sirva suspender toda provisión y nombramiento de estos Vicarios Apostólicos»72.

La explicación de esta cláusula de excepción se encuentra en esa misma reunión -de la que antes hablábamos- del Consejo de Ministros, en la que después de acordar la propuesta sobre los Vicarios Apostólicos, se trataría extensamente del tema de la reconquista de Méjico, proponiendo los acuerdos concretos de ese plan".

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El tenor de la carta dirigida a Su Santidad era la siguiente:

«Agradecido a los votos que hacéis Beatísimo Padre por la integridad de Mi Monarquía, no puedo ser indiferente al bien espiritual de Mis vasallos de América; cuyas necesidades pesan sobre la conciencia de Vuestra Santidad. Según sus propias explicaciones. El medio escogido para socorrer aquellas de que se me ha dado noticia, esto es la elección de Vicarios Apostólicos con el carácter de obispos in partibus. Me ha parecido acertado y conveniente, pues sin oponerse a Mi Patronato Real que se reconocer y conserva ileso, socorre completamente las necesidades de aquellas Iglesias. Mas esta elección de Vicarios Apostólicos, no me parece urgente para el Reyno de Nueva España; éste se halla en una posición ventajosa, y yo me ocupo continuamente de la felicidad de dicho País, especialmente por lo que tiene relación con el mayor aumento y exaltación de Nuestra Religión»74.

Junto con la carta se le envió a Labrador una relación de sujetos dignos entre los que se pueden nombrar los referidos Vicarios, todo escrito por S.M. que ha formado por Sí mismo la lista sin conocimiento de este Ministerio como S. S. desea".

La opinión de Capellari sobre estas listas enviadas por Fernando VI, es que eran conocidas y que el Nuncio Tiberi había enviado, hace un mes, dos que no coinciden con las del Rey pero que indican que esto es conocido por todo el mundo`.

Por fin el Consistorio se celebra el 15 de diciembre -un mes después de lo previsto­y el Cardenal Secretario de Estado envía esa misma fecha un despacho a Labrador comunicándole las elecciones habidas".

El día 27 del mismo mes de diciembre en la sesión del Consejo de Ministros se leyó la contestación de León XII a la carta del Rey, con fecha del 2 de diciembre en la que decía que por ahora no nombraría Obispos residenciales, sino sólo Vicarios Apostólicos y que no dejaría pasar ninguna ocasión para tener en cuenta los sujetos que le habían propuesto, aunque tendría que hacerlo con prudencia pues se había propagado por Europa que se estaba preparando. Respecto a Méjico, le dice que durante algún tiempo tratará de complacer a S.M. no tomando ninguna providencia, mientras lo permitan las circunstancias.

En esa misma sesión «convino el Consejo en que S.M. ha hecho ya cuanto ha podido para conservar las regalías de Su Corona y que por ahora no resta dar ningún otro paso»79.