Coordinadores
AULINO CASTAÑEDA-MANUEL J. COCIÑA Y ABELLA
IGLESIA Y PODER PÚBLICO
ACTAS DEL
VII SIMPOSIO DE HISTORIA DE
EN
ACADEMIA DE HISTORIA ECLESIÁSTICA
Sevilla. 13 de mayo de 1996
Coordinadores
AULINO CASTAÑEDA-MANUEL J. COCIÑA Y ABELLA
IGLESIA Y PODER PÚBLICO
ACTAS DEL
VII SIMPOSIO DE HISTORIA DE
EN
ACADEMIA DE HISTORIA ECLESIÁSTICA
Sevilla. 13 de mayo de 1996
Presentación.......
PRIMERA PARTE
El Regio Vicariato en Indias: 1493-1622
Paulino Castañeda Delgado .....................
Consideración desde el Derecho Público Eclesiástico
José María Díaz Moreno, S. J............................................................................................... 45
Regalismo y Liberalismo. Relación Iglesia-Estado en
Manuel Martín Riego ..............
Relaciones Iglesia-Estado en Filipinas: Gobernadores, Audiencia y Arzobispos
Lourdes Díaz-Trechuelo........................................................................................................ 89
El Regalismo Borbónico y las Cofradías Novohispanas: Un debate en Guadalajara
Elisa LuqueAlcaide
Iglesia-Estado: La esclavitud en el siglo XVI
José Carlos Martín de
El «exilio» del Nuncio Tiberi:
Un momento de conflicto entre
Antonio Balsera Fernández................................................................................................. 135
Leibniz: Relación Iglesia-Estado.
Identidad entre
M.°Socorro Fernández García............................................................................................ 155
Iglesia y Estado en el reinado de Amadeo de Saboya
Francisco Martí Gilabert.................................................................................................... 163
SEGUNDA PARTE
Claves interpretativas del papel de
en los últimos cincuenta años de vida en España
Jesús Longares...................................................................................................................... 181
Política y católicos españoles en el siglo XX
Antonio Fontán Pérez ........................................................................................................ 185
Como vivió
Diez pastorales polémicas del Cardenal Segura (1952)
Rafael M. aSanz de Diego, S. J.......................................................................................... 201
El papel de los «tecnócratas» en la política
y en la economía española, 1957-1964
Antonio Argandoña............................................................................................................ 221
Los tres primeros años de «Cuadernos para el diálogo»
M.° Teresa Compte Grau ................................................................................................... 237
De la confesionalidad del Estado a la libertad religiosa. El derecho
a la libertad religiosa en la doctrina del Concilio Vaticano II y en
el vigente ordenamiento jurídico español. Especial referencia a sus límites. Manuel José Cociña y Abella 257
TERCERA PARTE
Iglesia y Estado en la transición política Adolfo Suárez González
CUARTA PARTE
Actividad internacional de
en el campo de la libertad religiosa
S. E. Monseñor Crescenzio Sepe 289
A modo de Epilogo 301
El 20 de mayo de 1826, el encargado de Negocios de España en Roma, Sr. Curtoys, participó al Gobierno español que de
Tiberi llegó a la frontera española el día 16 de junio de 1827. El viaje hasta ese punto había sido sin problemas. Pero en la mañana del día 17 el comandante de la plaza le hace saber que tiene órdenes para que detenga la marchan.
Se le entrega al Nuncio un despacho fechado el 14 del mismo mes por el Ministro Secretario de Estado González Salmón. Este comunica que hasta la resolución de “un grave negocio» hecho saber a Fernando VII por el Papa León XII, conviene la supresión de la entrada”. Tiberi desconoce el fundamento de tal decisión que resulta bastante sorprendente y hasta escandalosa, no sólo para el Nuncio'. Pero dice que se cree que el «nombramiento de los obispos de América, comunicado con la carta de Su Santidad al rey católico» es la causa.
Efectivamente en el consistorio de 21 de mayo de 1827 el Papa preconizó Obispos para América sin contar con el Patronato Regio. Un mes antes, el 4 de abril, el Encargado de Negocios en Roma participa al Ministro de Estado español que se había enterado del proyecto de preconizar Obispos para América, y que había hablado con el Cardenal Secretario de Estado diciéndole que esos Obispos habían sido propuestos siempre a la
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Santa Sede por el Rey, que es el que tenía el derecho de presentarlos, y que hasta ahora no había renunciado a él'.
El Papa escribió antes del consistorio, el 12 de mayo, una carta al Rey. El Secretario de Estado, Cardenal Della Somaglia envió una copia de ésta al Auditor de
«La carta del Papa, como informaría el nuncio en París, Lambruschini, a Roma se había entregado a escondidas y de un modo ofensivo. El Rey no tenía noticias de Roma sobre este tema, desde hacía dos meses y ellas no informaban de lo que había pasado realmente. En Madrid no había nuncio a quien elevar una protesta y diese alguna explicación. Y lo más importante, el contenido de la carta iba en contra de la actitud mantenida por el Rey, desde que comenzaron las luchas de la independencia Americana respecto a las Indias en el tema de los obispos, prefería verlos privados de ellos para que sientan más a desgracia de la separación, se rebelen contra sus Gobiernos y vuelvan el dominio de su legítimo soberano»'.
Fernando VII escribió una carta al Papa fechada el 4 de julio de 1827. Entre otras cosas decía:
«El nombramiento de un Embajador Extraordinario y plenipotenciario Mio cerca de V.M. me, ha parecido el medio más digno y oportuno para allanar las diferencias y asegurar los intereses de
Tiberi tiene que retroceder a Francia. Allí conoce por medio del Conde Solaro de
El Conde Solaro era el Embajador de Cerdeña en Madrid y amigo íntimo del Cardenal Giustiniani.
Un asunto causará dolor a Francesco Tiberi mientras se encuentra en Bayona: que las autoridades españolas decidieran tenerle fuera de España, con la afrenta que ello suponía y no trataran los problemas directamente con él.
Por su parte, el Nuncio desde este «exilio» no deja de alabar a quienes en
Una vez descubierto que el motivo del «enfado español» es la creación de los Obispos en América, el Nuncio rechaza con dureza todas las murmuraciones de los Ministros de
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su majestad que afirmaban que los electos Obispos de Colombia son personas de «mala» calidad. El Nuncio estima que estos son pretextos para sorprender al Monarca católico".
Espera pacientemente la llegada de la lettera d'invito para poder entrar en España, que se retrasa «gracias a la lentitud con que se procede», según escribe el día 19 de septiembre".
Esta medida fue propuesta a Fernando VII por el Consejo de Ministros celebrado el día 15 de ese mismo mes, como revela la lectura de las actas de aquella sesión:
«También examinó el Consejo, los despachos del Encargado de Negocios de S.M. en Roma y la contestación dada por el Cardenal Secretario de Estado a las comunicaciones que se hicieron a aquella Corte sobre la preconización hecha por S.M. para algunos Obispados de América, y conocida la disposición del Sumo Pontífice a recibir el Embajador nombrado por S.M. y sus deseos de que fuese igualmente admitido su Nuncio en esta Corte, acordó el Consejo proponer a S.M. se expida orden a don Pedro Labrador para que inmediatamente pase a su destino, y que al propio tiempo se insinúe al referido Nuncio que pueda continuar su viaje a Madrid, encargándole a aquél sostenga los derechos y prerrogativas de S.M. comprometidos en estas circunstancias, conforme a las instrucciones que se le darán al efecto, con lo que concluyó la sesión»14.
Por fin Tiberi dice en un despacho dirigido al Secretario de Estado, y fechado en la capital de España el 7 de octubre de 1827: «Ya estoy finalmente en Madrid».
La iglesia hispanoamericana, aislada de pronto se vio sometida a una de las pruebas más duras de su historia: la muerte o el extrañamiento de sus obispos dejó aquellos inmensos territorios sin pastor, y aunque
«En tales circunstancias, puede hablarse de un verdadero caso de conciencia para
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sufrir las consecuencias del disgusto español, o abandonar a una lenta muerte espiritual a los millones de católicos hispanoamericanos, con un gravísimo cargo ante Dios. El problema no era fácil de resolver, como a algunos puede parecer a primera vista, puesto que complicados elementos políticos y religiosos iban de tal manera entrelazados, que resultaba muy espinoso el llevar a la práctica cualquier solución por clara o elegante que ésta pareciese en el terreno especulativo de las ideas jurídicas»".
El Nuncio Giustiniani había escrito al Cardenal Secretario de Estado Della Somaglia que los revolucionarios no se contentaban con tener a
Por su parte Della Somaglia escribe el 3 de diciembre de 1826 una carta en la que le comunica que dentro de poco tiempo serían nombrados algunos obispos en
Giustiniani había sido nombrado Cardenal en octubre de
Pero no se tuvo en cuenta la opinión de Giustiniani, porque
Efectivamente en los primeros días de febrero el Cardenal Della Somaglia envió un despacho, reservado y confidencial, al Embajador francés ante
Pero las relaciones entre
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El Papa también confiaba en la eficacia de una carta, que escribiría a Fernando VII antes del nombramiento, y que estaba fechada el 12 de mayo.
El día 17 de ese mes salió Giustiniani de Madrid, el 19 llegaba Tiberi a Génova camino de